Venus en Acuario

En Acuario, Venus ama el espacio abierto. La innovación alcanza todos los campos de la experiencia amorosa. Siente un especial gusto por lo raro. Cuando hablamos de rarezas hacemos referencia a los se define como diferente porque no se ajusta a las convenciones. Lo raro es lo no conocido, lo novedoso, lo moderno, lo que transgrede los parámetros establecidos. Así la rareza acuariana podría ser la expresión de una altísima creatividad. 

La persona con Venus en Acuario es amigable y sociable. Disfruta de compartir tiempo con sus amigos, de conocer nuevas personas y se interesa por las causas justas. Valora la solidaridad, la igualdad, y se preocupa por el bienestar de la humanidad, los animales y el medio ambiente. Por supuesto lo que más valora es su libertad y eso supone contar con el espacio para hacer cosas por fuera de la relación de pareja. No cree en el amor para toda la vida, la sola idea de que eso ocurra despierta unas instintivas ganas de huir.

En este mundo que se recrea a sí mismo, le atraen las personas excéntricas, creativas, un poco geniales y otro poco locas, que se hagan notar por su diferencia, que no encajen en ningún lado y se revelen a las reglas absurdas de lo normal. Tal vez la mayor extrañeza y la más osada transgresión de la persona que llegue a su vida sea respetar la libertad de su espacio individual sin demandas, ni controles. El desapego es una cualidad a la que aspira.

Es probable que busque una relación que quebrante las normas implícitas de la sociedad, que espante el aburrimiento, rompa los esquemas y abra un lugar a la improvisación y la espontaneidad. En esas condiciones una relación puede durar toda la vida, aunque en defensa de su libertad evita la definición de compromisos. Tiene cierta convicción o intuición de que una relación estable mata el interés y disuelve el deseo. Por eso elige mantenerse distante, pero detrás de esa apariencia desapegada, sufre de intolerancia a la intensidad emocional. Le incomoda el lenguaje de las emociones y le cuesta comprenderlo. Así es que prefiere una relación abierta en la que los encuentros no sean constantes, y en las que el afecto fluya, pero nunca se estanque.