Venus en Tauro

 

Venus en Tauro está unido a todo aquello que incite el bienestar, el disfrute y la exacerbación de los sentidos. En su signo de regencia, este planeta está muy cómodo y feliz vibrando en sintonía. En Tauro hay una natural correspondencia con el placer. Por ejemplo, la persona con Venus en este signo disfruta del ritual de la comida desde su elaboración, encuentra equilibrio en la naturaleza, gusto en trabajar la tierra, sembrar y cosechar o diseñar su propio jardín y se encuentra conectada con los ritmos naturales, y la satisfacción de las necesidades. En su inventario de placeres no faltan los masajes, los perfumes o un buen vino.  Algunas personas con Venus en Tauro pueden desarrollar talento para el arte, sobre todo en disciplinas como la escultura o la pintura por la conjunción de la manipulación de la materia y posibilidad de crear a partir de ella.

Valora la sensualidad, la contemplación, la solidez, la estabilidad, la seguridad, el cuerpo, los procesos naturales y también el dinero. Le atraen las personas emocionalmente estables, lentas y sólidas pero seguras en su andar, enraizadas y potentes, que sean afectivamente demostrativas, pero no demasiado sentimentales, que transmitan serenidad, aun cuando haya tormenta. Busca una relación que le ofrezca la seguridad de la permanencia, que sea inalterable, aunque este tipo de relaciones produce mucho estancamiento. Cuando algo se estanca, significa que no fluye, que no se renueva, y más tarde o más temprano se echa a perder. Este tipo de apego que se empeña en controlar las cosas para que estas no cambien terminan siendo una limitación para relación, sobre todo si la persona con Venus en Tauro se vuelve posesiva y celosa.

En el recorrido de su conciencia, si toma la posibilidad de comprender que nunca nada es igual y que sin embargo no está perdiendo lo que ama, entonces puede abrirse a una auténtica experiencia amorosa con los cinco sentidos en alerta. Si bien, la persona que encarna este Venus no es romántica en el sentido poético, lo es en el nivel sensitivo. Los estímulos sensoriales pueden desatar cascadas de sensaciones muy poderosas que acrecientan sus sentimientos.